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viernes, 14 de agosto de 2009

Que No Me Pierda

Del maestro...Diego Torres

Que no me pierda en la noche,
que no me duerma en el vino,
que no me pierda del camino,
en el abrazo de la gente que tiene el corazon frio

Que no me pierda en la bruma,
que no me duerma en el ruido,
que no me encuentre confundido
en el canto del que adula
y que solo juega conmigo

CORO
Que no me pierda en el aplauso indiferente
de esa gente que aparenta conmigo.
Que no me pierda en un mundo que no entiende,
que ha vendido ya su alma y sentido
Que no me pierda en la tarde,
que no me duerma vencido
que no me pierda en el aire
cansado de respirar.-

Que no me pierda en la sombra,
que no me duerma en el brillo
Que no me pierda en el carino
del que jura y que calcula
y que nunca ha sido mi amigo.

Que no me pierda en la duda,
que no me duerma rendido
Que no me pierda convencido
en el llanto del que miente
y que ya empeno su destino.

CORO
Que no me pierda
en el aplauso indiferente
de esa gente que aparenta conmigo.
Que no me pierda
en un mundo que no entiende,
que ha vendido ya su alma y sentido.

Que no me pierda en la tarde,
que no me duerma vencido.
Que no me pierda en el aire
cansado de respirar.

Que no me pierda.....
Que no me pierda en el genero inconciente
que ha dejado ya su alma al olvido, no, no,
Que no me pierda en la risa complaciente
del que espera algo a cambio conmigo
que no me pierda en la noche,
que no me pierda en el vino.

La vida vale la pena si aprendo a hacer el camino
Que no me pierda en la noche,
que no me duerma en el vino,
Ay no, que no me aparte de mi destino,
no me dejes sin tu carino.
No me dejes solo y perdido,
sin ti no encuentro el camino,
sin ti me quedo solito.

Que no me pierda en la sombra,
que no me duerma en el brillo,
Ay no, que no me quede sin tu carino,
que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo, ay no.

Que no me pierda en el genero inconciente
que ha dejado ya su alma al olvido, no, no,
que no me pierda en la risa complaciente
del que espera algo a cambio conmigo.
Que no me pierda en la noche,
que no me pierda en el vino.
La vida vale la pena
si aprendo a hacer el camino
si aprendo a hacer el camino......

EL PODER DE LA VERDAD

En una lejana ciudad nació un niño que era transparente. Se veía latir su corazón y sus pensamientos, inquietos como los peces de colores en su pecera. Una vez, el niño dijo una mentira, por equivocación, y la gente vio como una bolita de fuego a través de su frente; dijo la verdad y la bolita de fuego desapareció. Durante el resto de su vida no volvió a decir más mentiras. Se llamaba Jaime de Cristal, y todos lo apreciaban por su lealtad.
Un día subió al gobierno de aquel país un feroz dictador y comenzó un periodo de opresiones y de miseria para el pueblo. El que osaba protestar desaparecía sin dejar huella. La gente callaba y aguantaba temerosa de las consecuencias. Pero Jaime no podía callar.
Aunque no abriese la boca, como era transparente, todos leían en su frente sus pensamientos de condena a las injusticias del tirano. Luego, a escondidas, la gente comentaba los pensamientos de Jaime y así renacía en ellos la esperanza. El tirano hizo detener a Jaime de Cristal y ordenó que lo encerraran en la más oscura de las prisiones.
Pero entonces sucedió algo extraordinario. Las paredes de la celda de Jaime se volvieron transparentes, y luego también los muros exteriores de la prisión. La gente que pasaba cerca de la cárcel veía a Jaime sentado en su taburete y continuaban leyendo sus pensamientos. Por la noche, la prisión esparcía una gran luminosidad y el tirano hacía cerrar todas las cortinas de su palacio para no verla, pero ni así conseguía dormir. Incluso estando encarcelado, Jaime de Cristal era más poderoso que él, porque la verdad es más poderosa que cualquier otra cosa, más luminosa que el día, más terrible que el huracán.
Adaptación de Jaime de Cristal, de Gianni Rodari, de su libro Cuentos por Teléfono (Ed. Juventud)